martes, 4 de septiembre de 2012

De vuelta, muy agradecida y con material para el blog

Pues ya estamos aquí, de vuelta, y no sabéis la alegría que me he llevado al ver unos cuantos premios en mis comentarios, porque sois amigas, porque compartimos y porque sois estupendas, Mo, Alter, Vero, Olga, Carmen, Drew y Lucía. 

Blogueando -de mi peque y otras cosas-

Plagiando a mi alter ego

El camino para ser mamá

El diván de las cinco rosas

Bizcocho de chocolate

Viviendo en mi nube azul

Intimo y personal
 
Muchas gracias por acordaros de mí y aunque no hago parafernalia de premios, los reparto, los comparto y os los agradezco de corazón.

Y dicho ésto, y tras tres semanitas de convivencia bajo el mismo techo con la madre de mi marido, que, estáis en lo cierto, ha dado para mucho, os dejo un par de historias cortas: 

-¿Alguien quiere café?- pregunta mi marido.
-Hoy yo no, qué me voy a echar la siesta un ratito con la peque- contesto, tan tranquila.
-¿Y no te engordará mucho a ti echarte la siesta?-dice la madre de mi marido, así cómo quien no quiere la cosa. 

La lástima es que las contestaciones brillantes, irónicas, para dejarla con la boca cerrada se me ocurren después, porque lo que le tenía que haber contestado, es: 
-Sí, me engordo 3 kilos de felicidad cada vez que duermo abrazada a mis hijos. 
Pero no me salió, y me fui a dormir la siesta pensando en la reforma que voy a hacer en su casa cuando la heredemos, que ya sé que es una crueldad, pero me sirve para levantarme un poco el ánimo cada vez que lanza uno de sus puñales. 

El mayor cumple años en agosto, y hacemos una fiesta  por la tarde. El día del cumpleaños tendrá una entrada enterita para él solo, pero os adelanto, que ya entrada la noche, recogimos todo en tres bolsas de basura, vasos, platos y cubiertos de plástico, restos de tarta, sandwiches, gominolas, vamos, quitando los líquidos, todo lo que estaba encima de las mesas, a la basura. Cerré personalmente, con mis manitas, las bolsas de basura, y nos fuimos a dormir. 

A la mañana siguiente, entré en la cocina y con ésto me encontré y pensé: ésto va al blog, no van a creerme, e hice la foto.